Contratar niños

eWEEK nº 484, 6 julio 2000

Uno de los principios del dodecálogo de estrategias digitales para dominar el mercado se enuncia con estas dos palabras: Contratar niños. La provocadora idea, expuesta por un profesor del M.I.T. en una conferencia para empresarios, se ha convertido en un mandamiento de gestión avanzada gracias a los señores Downes y Mui, consultores y autores de un libro en la prestigiosa Harvard Business School Press. El razonamiento es muy simple. Los niños son los auténticos nativos del mundo digital, del ciberespacio, en el que se desenvuelven de manera natural. Mantienen un diálogo fluido y operativo con las máquinas, aunque no entiendan sus fundamentos. Una PlayStation es más potente que la mayoría de los pecés más potentes y juegan con ella, como si nada.

Así que jugando, serán los niños –cito literalmente- “quienes serán los diseñadores del producto, los proveedores del servicio al cliente y los mandos de las empresas del mañana”.

Pero vamos a los hechos. Joan Riera, un chavalín español de 15 años, en cuarto curso de la E.S.O., dirige una empresa con veinte empleados. Otro de la misma edad, canadiense, conocido ciberespacialmente por Mafiaboy, es el presunto autor del ataque D.O.S. de febrero contra importantes portales de Internet. Per Mosseby, noruego de 25 años, abandonó sus estudios de informática en 1998, para fundar Melody, en la vanguardia de la “tecnología vecinal wap” para movinet.

Si un año de Internet equivale a siete normales, los niños como Riera, cuando cumplan 30, será como si tuvieran 120.